jueves, 14 de enero de 2010

NY


En un arrebato de nostalgia miro en la pared el cuadro que muestra Nueva York en blanco y negro, como solía hacer tiempo atrás cuando esperaba nervioso a que llegases. Pero en segundos vuelvo a la realidad: el cuadro ahora tiene color y movimiento...estoy mirando por la ventana.
Hace meses que me refugio en este cuadro vivo del dolor que me causa tu ausencia, y, aunque sigo adelante, no logro encontrar la emoción que me quemaba dentro. Las pequeñas cosas ya no son grandes si no estás.
Nueva York no parece tan maravillosa como tú la pintabas cuando pasábamos horas tumbados en el sofá, mirando aquella fotografía estática, fantaseando con el que sería el viaje de nuestros sueños. Ahora vivo aquí, y aunque nos separa algo más que un océano, a veces me descubro creyendo que voy a verte cuando cruce la esquina, y que harás que todo parezca una casualidad.
Y aunque no sabes dónde estoy, yo sigo esperando...por si algún día alguien quiere que me encuentres, por si decides que aquello valió la pena, que te pesan las cicatrices y la nostalgia de aquel tiempo que recuerdo como feliz. No importa la hora del día, que aquí las luces no duermen por si vienes a buscar el ático dónde ahogo las horas en las que intento no pensar en tu sonrisa.

Aquí estaré, dando vueltas por este cuadro, por si un día decides pintar otra realidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario