lunes, 18 de enero de 2010

Sobran palabras

La gente suele creer en las palabras, pero yo soy de los pocos que creen en los silencios. Un buen amigo dice que los más callados muchas veces son los que más tienen que decir, y yo estoy con el. Creo que muchas veces la ausencia de palabras puede expresar más que alguno de los discursos más largos.
Silencios. Pueden significar cientos de cosas. Hay algunos que significan “Esto se ha acabado”, otros más optimistas dicen “No puedo vivir sin ti”. Los hay que dicen “Estoy muy arrepentido” mientras otros son un claro “No te arrepentirás”. Así podría hacer una lista infinita. Lo malo de los silencios es que hay que saber interpretarlos bien, porque si no pueden llevar a confusión, y no es una tarea nada sencilla.
Hoy has leído mi silencio. Te decía que era mejor no hablar, porque no ibas a llegar a ningún lado. Que yo no tengo nada que perder, pero que a ti te duele demasiado la verdad. Y ahora no se si felicitarte por ser cauto o añadir a la lista tu cobardía.

Es curioso que a veces los que más critican son los que más complejos tienen, y los que menos soportan que les critiquen a ellos.

1 comentario:

  1. Es esclavo de sus palabras y de sus hechos...Hay quienes hablan demasiado para no decir nada (bueno) Mientras que hay otros que decimos hasta lo q el otro no quiere escuchar.

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