Falta una pieza que no he logrado encontrar, me duele la cabeza y sé lo que me van a decir.

Pero si quiero, puedo, joder, que ya he pasado por cosas peores.

Que ya no crees en la gente, que sueñas con no soñar

Y no sé por qué le damos tanta importancia a algunas cosas, si cuando seamos ceniza sólo nos recordarán por los buenos momentos.

Palabras más, palabras menos

No voy a caer dos veces en la misma piedra, no soy algo de usar y tirar. Me lo voy a grabar desde hoy en la piel, para que no se me olvide a largo plazo, que a corto no lo necesito.

Y ya que estoy, también voy a grabarme que, un día, me hice una coraza y aprendí a contar las personas que me importan de verdad con los dedos de una mano. Esto hará más fácil que, llegado el momento, sepa desprenderme de los demás.

Todo está cambiando

Un adiós camuflado de hasta luego para suavizar la situación. Caminando en mis pensamientos de hace unos meses, me doy cuenta de que la culpa la tiene la navidad, que tras su falso calor acaba helando todo a su alrededor.

Es lo malo de las despedidas, que no puedes reciclar el tiempo. Que los recuerdos siempre van a estar ahí, a veces para bien, otras para mal, pero la ilusión se va apagando poco a poco.

Otra vez he vuelto a hacer gala de mi mala intuición, pero así es la vida, creer que hay cosas que son inalterables es un gran error.

¿Qué está pasando? Todo cambia demasiado rápido y no logro entenderlo del todo. Hay cuadros a los que el paso del tiempo les hace bonitos, pero a este le están empezando a salir demasiadas grietas.

¿Aires nuevos? No, aires raros.

Jack Johnson estaba equivocado, alguien debería decírselo.