Hoy no hay palabras, he enmudecido. El silencio ha conquistado mi habitación y hace que tu recuerdo inunde cada rincón.

Ahora, que se ha ido el sol, voy a intentar soñar que todo ha sido tan sólo una pesadilla. Mi casa crece por momentos y no presto atención al termómetro, me estoy muriendo de frío.

Voy a jugar a no sentirme tan sólo, a pensar que la distancia ya no es un impedimento para que estés conmigo aquí y ahora. No quiero tener que echarte de menos.

Y aunque se haga difícil respirar, prefiero quedarme con lo vivido y no con el adiós.

Siempre

Puede que este cielo esté nublado, pero sabemos que detrás hay un sol que ilumina nuestros caminos, nuestras vidas y sobre todo a nuestros seres queridos.

Te regalo este cielo para que lo atravieses con la mirada y encuentres el sol cada vez que lo necesites.

Siempre estaremos juntos, como el templo y su reflejo.

Hoy es otro día para encontrarte...y empiezo a creer que me has abandonado.

No digas nada

Hablar sin parar no significa comunicar, tú lo sabes muy bien. Te gustan los silencios, forman parte de tí, y eso te hace especial. Y mientras hay tanto ruido a nuestro alrededor, a nosotros nos sobran las palabras.

Un segundo

Es lo que tarda en cambiarte la vida, tan sólo eso, un mísero segundo. En el momento te ríes, "tan sólo ha sido una pequeña anécdota" dices. Pero, ¿y si no hubiera quedado ahí? ¿Y si de verdad hubiera pasado algo?

Un despiste, un instante y todo puede cambiar. La vida se te escapa y no te dan opción de luchar. Todo cuanto conoces desaparece, y nada...sólo eso, nada más. Se acaba, y puede que no haya vuelta atrás.

Y empiezas a preguntarte tantas cosas...

Recrear

Y así, de repente, un torrente de preguntas me invade, preguntas que despiertan sentimientos encontrados. ¿Y sí nada hubiera cambiado, si las cosas hubieran seguido su curso? ¿Sería muy diferente la historia ahora? Estoy seguro de que sí...

Igual la redención llegó tarde, pero yo siempre he llevado el reloj atrasado diez minutos. Quizás haya llegado el momento de ponerlo en hora.

Quiero comprenderte, de verdad, pero es que a veces no me comprendo ni a mí mismo.

Lo que no nos mata nos hace más fuertes. El dolor es igual de necesario que el placer, tan sólo aprovéchalo. Crece. Madura. Aprende. No cometas los mismos errores. Es algo que he tenido que aprender a la fuerza en algunos momentos de mi vida, porque si no creía que me moría de tristeza.

Si no te aplicas el cuento, no paras de sufrir. Y aunque malograr su vida es un derecho inalienable del ser humano, yo soy de los que piensa que, aunque se oigan grandes truenos, pronto saldrá el sol.

Los pequeños momentos son los que hacen que cada día pueda ser especial, saber apreciarlos o no está en nuestras manos. Algo tan trivial como tomar el sol mientras conversas tranquilamente, una gran carta en el bolsillo o tomar algo por ahí pueden ser cosas que hagan que te sientas mejor.

Debemos aprovechar, que cada momento cuenta, y luego los menos pensados son los que más recordamos. Tan sólo déjate llevar, que la vida pasa mientras haces otros planes.

Culto al cuerpo

Hoy hay pensamientos aislados, no soy capaz de encadenarlos. Odio los cánones que impone la sociedad, y lo peor de todo es que en el fondo me gustaría seguirlos. Me gustaría ser delgado, tener una nariz más pequeña, ser una de esas personas con una vida perfecta. Y no lo entiendo. ¿Por qué ser tan artificial? ¿Por qué no ser simplemente nosotros?

Nadie se enamora de los demás por el físico, ni elige a sus amigos por la belleza, o al menos no por la superficial. Prefiero cultivar mi corazón a mis abdominales, creo que, al final, se llega más lejos. La felicidad se nota en tu mirada, en tu sonrisa, en tu voz, y eso no lo da ni diez ni mil horas de gimnasio.

Y no piensas que eso ya da igual, que ya no vas a impresionar

Nada

No se si no tener una razón por la que escribir es malo o bueno, hasta que lo descubra me lo tomo como una ausencia de señales, sin más. Aunque puede que eso sea una señal en sí.

Sólo quiero que el tiempo corra, que llegue la calma cuando aún no ha llegado la tormenta. Que todo se estabilice, que aún tengo que asumir muchas cosas, que esta vez ha ganado la razón. Quiero que el futuro sea presente, y detener ese momento en el que empieza lo mejor.

Me sobran las ganas.