domingo, 28 de febrero de 2010

- Adiós
- ¿Te vas? ¿Adónde te vas?
- Me voy lejos, muy lejos, más lo que jamás podrás imaginar, a un sitio que no vas a poder encontrar nunca. Lo tenías, y acabaste tirándolo. Ahora se ha ido y tengo que ir a buscarlo, porque hace demasiado frío, y ya no podré volver.
- Pero, ¿y mañana? ¿te veré?
- Sí, como siempre...y como nunca más.


A veces cerca quiere decir lejos, sólo hay que aprender a leer las miradas.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Salía de casa de una amiga y la lluvia me ha devuelto a la realidad. Me he puesto a correr para llegar rápido a mi casa, todo el trayecto era descubierto y mi abrigo se estropea con la lluvia. Pero un destello en un charco me ha hecho detenerme. Embobado, miro al cielo y veo una luna más resplandeciente que todas las farolas de las calles juntas. Una luna que era capaz de iluminar el alma de cualquiera.

Hiptonitazo, ajeno a la lluvia, al frio, al aire, al abrigo y a la futura gripe, me enciendo un cigarro. Me gustaría ver las estrellas, pero en Madrid no hay. Hubo un tiempo en el que salían, pero la gente está demasiado contaminada para sentarse a observarlas, y se sentían solas.

Pienso que soy una de esa clase de personas que en realidad no pertenece a ninguna clase. No me gustan las etiquetas ni los prejuicios. De alguna forma la luna me vacía,me hace sentir extraño, un poco menos consciente del mundo. La siento muy cerca, aunque esté a años luz.

Me termino el cigarro. "Si cuando llegue a casa sigue brillando igual, todo va a ir bien" pienso, haciendo un esfuerzo por concentrar toda la inocencia que los baches no han tocado. Y echo a correr.

Y en mitad del relámpago llegó el mal de altura

martes, 23 de febrero de 2010

Tiempo

Con los años, todo se vuelve más difícil. Nuevos compromisos, otros conocidos, ritmos diferentes.Y a veces uno tiene la impresión de que se ha perdido, de que no ha dado la importancia adecuada a las relaciones. Los sms ya no llegan al ritmo de antes, las salidas nocturnas se reducen, las promesas de volver a verse se posponen por una razon u otra. Te preguntas qué es lo que has hecho mal, por qué te sientes tan sólo cuando antes estabas tan rodeado.

Hay que esforzarse. Defender las relaciones. Renovarlas. Tratar de atravesar el tiempo sin perderse.

Pero bueno, lo cierto es que todavia estamos aqui.

jueves, 18 de febrero de 2010

Te voy a decir una cosa

Siempre tan comprensiva, siempre tan sabia, siempre tan profunda...
Me asusta ver que tienes miedo, porque nunca lo has tenido, ni en los momentos más cruciales. Si hay algo que te caracteriza es tu gran valentía, y verte así es algo que me viene grande.
Me rompe por dentro verte triste, porque tu sonrisa y tus bromas son capaces de animar el día más amargo, porque nadie como tú le echa ganas y optimismo a la vida, y tu dulce voz calma la mayor de las furias. Intento cuidarte, pero a veces no te dejas, y cuando te descubro suspirando a solas sé que aunque te esfuerzas por ocultarlo, algo no va bien.
Me enorgullece tu gran fuerza, que nadie va a romper, por crueles que sean las palabras que te digan.
Ahora, que es un momento tan importante, vas a contar conmigo más que nunca, porque si te pasa algo yo me muero.

martes, 16 de febrero de 2010

Abstracción

Se me van de las manos, se me escapan ideas, conceptos, palabras, pensamientos...Hay cosas que se me quedan grandes, que mi cabeza no alcanza a comprender. Quizás la experiencia me ayude con algunas, pero habrá otras que no lograré encadenar. A lo mejor simplemente es por mi personalidad.

También se me escapa el tiempo, que pasa demasiado rápido y me deja una sensación agridulce. Transforma los buenos momentos en diamantes que vas puliendo cuando todo se tuerce, pero me hace sentir que, aunque no lo sepa aprovechar, cada minuto cuenta.

Quizás no podamos elegir lo que somos, pero si lo que no queremos ser

Corre

Entro corriendo en casa. “¿Hay alguien?” pregunto sin obtener respuesta. Pero eso no me detiene, me falta tiempo, y corro, habitación por habitación. Y abro cajones, tiro las cosas de la estantería, registro todos los armarios. La presión en el pecho cada vez es más fuerte y me cuesta respirar. Necesito encontrar algo, aunque sería más fácil si supiera que es. Presiento que está cerca, el corazón no podría latirme más fuerte. Nervioso, me enciendo un cigarro. Me tiembla demasiado el pulso como para darle más de tres caladas, necesito salir. Está lloviendo fuera y hace mucho frío, pero me importa poco, necesito respirar. Salgo de casa, llamo al ascensor, pero tarda demasiado. Sin detenerme, bajo las escaleras lo más rápido que puedo. Al llegar a la puerta, durante un instante me detengo a ver mi reflejo. Estoy pálido y las ojeras revelan más de lo que desearía, pero sigo corriendo. Y corro con todas mis fuerzas, aunque me falta el aliento, siempre quedó pendiente dejar de fumar. Entro en el parque pero sigo corriendo, de manera autómata, como si mis pies supieran mejor que mi cabeza a dónde voy. Y cada metro que avanzo me ahogo un poco más, el frío y la lluvia calan mis huesos, el pecho me aprieta demasiado y no puedo pensar con claridad, sólo me dejo llevar. Y sigo corriendo y llego a una pradera...a la pradera. Me doy cuenta de que mis pies se han derrumbado ante mis rodillas. Intento mirar alrededor, pero lo veo todo demasiado borroso, el corazón me late con demasiada fuerza como para oír algo más. Y la respiración se debilita, el corazón late con violencia, miles de recuerdos invaden mi cabeza, y se corta la respiración, el corazón se me va a salir del pecho, los recuerdos pasan demasiado rápido y grito. No es un grito normal, es desgarrador, he podido sentir cómo se escapaba mi alma junto con mi voz. Y luego...nada...Sólo paz.

viernes, 12 de febrero de 2010


Y aunque he renunciado a muchas cosas por hacer lo que quiero, a pesar de soportar todas las críticas por seguir mis ideales, me he dado cuenta de que estoy perdido. Es posible que esa esencia a la que era fiel contra viento y marea haya perdido hasta el último atisbo de significado.

Rechacé ir por el camino popular porque nunca me han ido los atajos. Pero de tanto salvar obstáculos he tropezado, se ha hecho de noche, la niebla me ha desorientado y la inocencia que me guiaba ha desaparecido sin dejar ni rastro.

Y, muerto de frío, en medio de la nada y entre tanta gente, echo de menos el atajo y pienso que quizás no estaba tan mal. Pero sé que quizás ya es demasiado tarde para cogerlo, y que aunque encuentre el camino que decidí seguir, no se si tendré la fuerza suficiente para seguir levantándome una y otra vez, ya no me sobra la ilusión como antes.

Es posible que, al fin y al cabo, la vida haya dejado huella en mí.

lunes, 8 de febrero de 2010

Miedo

Y la cosa sigue y sigue, y, al final, me llena la cabeza borrando recuerdos y esperanzas de sobrevivir, borrándolo todo salvo el presente, que empieza a parecerme eterno. Nunca existirá otra cosa que no sea este frío, este miedo...

Cuando todo está bien, está bien, tan bien...hasta que vuelve a estar mal

sábado, 6 de febrero de 2010

Lo que hemos vivido

Antes todo estaba bien, yo lo agradecía y me desvivía por corresponder, a veces dando más de lo que he podido recibir. Pero ahora...no sé, me aparto poco a poco, pongo un muro de por medio, como una estrella que desaparece lentamente del firmamento, sin hacer mucho ruido.

Nunca he sido una estrella que deslumbre ante las demás, pero soy de las que luce cada día, sin causar mucho revuelo, pero constante.

Me engaño pensando que mi corazón ya está blindado, pero en el fondo sé que no es así. Que las dudas le duelen demasiado, y ser desagradable sólo es una pose. En el fondo, le pesa demasiado acordarse de los tragos amargos, las pasiones y sueños, las risas...

Ya no vale con no pensar, ahora necesito no sentir

jueves, 4 de febrero de 2010

Frágil

Destruir algo es más fácil que construirlo. Pero el verdadero reto viene después: reconstruirlo.
Ojalá todo resurgiera de sus cenizas cuan Ave Fénix, pero normalmente no es así. De hecho, creo que nada vuelver a ser lo que era al 100%.

Por mucho que te esfuerces, las segundas oportunidades nunca mejoran a las primeras. La reconstrucción exige un esfuerzo diario, una atención extra. Pero aunque la superficie vuelva ser igual, ¿el interior también lo es?

Yo creo que no...al fin y al cabo, tu sabes que esa cosa hubo un momento en el que estuvo rota, y ya no la vas a volver a mirar con los mismos ojos. Vas a andarte con más cuidado para evitar que pase otra vez, pero sabes que en el menor despiste puede volver a romperse, esta vez con más facilidad, y ya no volverá jamás.

Es importante aprender la lección