Amigo

Dícese de aquel que ves seis días a la semana y aún así sigues queriendo verle, aquel con el que sobran las palabras pero siempre tienes algo que contarle, de ese que no ves en mucho tiempo pero cuando estás con el todo es igual que siempre.

Dícese del que hace que hasta los lunes tengan un viernes escondido pero también comparte tus penas, el que te arranca una sonrisa con cualquier tontería, el que te hace la vida mejor.

Dícese de aquel que se gana tu confianza y se esfuerza por mantenerla, del que te ve como un fin y no como un medio.


Los amigos están infravalorados hoy en día

Me gusta ver como cae la lluvia...No sé, no lo puedo evitar, es algo que siempre me ha encantado.
Cuando veo llover imagino que la lluvia escribe sobre el suelo miles de frases…siempre distintas, porque siempre llueve distinto.
Y me imagino que puedo pedir un deseo, elegir una de las miles de frases que las nubes escriben en el polvo y que ese deseo se convertirá en realidad.

Trampas

Hay gente a la que le encanta hacer trampas, en el juego y en la vida. Hay personas que no dudan en pisar a cualquiera que se ponga por delante con tal de conseguir lo que quieren: dinero, un trabajo, un reconocimiento...
Yo, afortunadamente, pienso que no estoy en ese grupo, que aún conservo algo de moral en este mundo tan enfermo. Me da igual que me pisen, me da igual que me engañen...Soy honesto y no pienso cambiar, prefiero que mi conciencia me deje dormir por las noches.

Más de una persona me ha dicho que en la vida no llegas a ningún lado siendo tan bueno, que se piensan que eres tonto. Pues yo creo que el talento y el esfuerzo son dos armas mucho más poderosas que cualquier daga envenenada, que el tiempo, más tarde o más temprano, pone a cada uno en su sitio.


Hay que ser legal en todos los aspectos

All-in

Que triste pasar tanto tiempo prejuzgando a alguien sólo para darte cuenta de que en realidad te parece interesante.

Y qué triste saber que nunca voy a tener el valor de dar el paso, que seguiré mirándote de reojo cuando nos bajemos en la parada y nuestros caminos se separen, que seguiré planeando delante del espejo mil formas de saludarte aunque mis labios no se atrevan a articular palabra, que seguiré imaginando lo que podría ser por el temor a que tú me hayas prejuzgado también.

Porque soy un fracaso amoroso con patas, porque seguirás siendo la chica del portal de al lado, la del final del autobús.



No se jugar mis cartas, soy incapaz de hacer all-in.

Sobran palabras

La gente suele creer en las palabras, pero yo soy de los pocos que creen en los silencios. Un buen amigo dice que los más callados muchas veces son los que más tienen que decir, y yo estoy con el. Creo que muchas veces la ausencia de palabras puede expresar más que alguno de los discursos más largos.
Silencios. Pueden significar cientos de cosas. Hay algunos que significan “Esto se ha acabado”, otros más optimistas dicen “No puedo vivir sin ti”. Los hay que dicen “Estoy muy arrepentido” mientras otros son un claro “No te arrepentirás”. Así podría hacer una lista infinita. Lo malo de los silencios es que hay que saber interpretarlos bien, porque si no pueden llevar a confusión, y no es una tarea nada sencilla.
Hoy has leído mi silencio. Te decía que era mejor no hablar, porque no ibas a llegar a ningún lado. Que yo no tengo nada que perder, pero que a ti te duele demasiado la verdad. Y ahora no se si felicitarte por ser cauto o añadir a la lista tu cobardía.

Es curioso que a veces los que más critican son los que más complejos tienen, y los que menos soportan que les critiquen a ellos.

NY

En un arrebato de nostalgia miro en la pared el cuadro que muestra Nueva York en blanco y negro, como solía hacer tiempo atrás cuando esperaba nervioso a que llegases. Pero en segundos vuelvo a la realidad: el cuadro ahora tiene color y movimiento...estoy mirando por la ventana.
Hace meses que me refugio en este cuadro vivo del dolor que me causa tu ausencia, y, aunque sigo adelante, no logro encontrar la emoción que me quemaba dentro. Las pequeñas cosas ya no son grandes si no estás.
Nueva York no parece tan maravillosa como tú la pintabas cuando pasábamos horas tumbados en el sofá, mirando aquella fotografía estática, fantaseando con el que sería el viaje de nuestros sueños. Ahora vivo aquí, y aunque nos separa algo más que un océano, a veces me descubro creyendo que voy a verte cuando cruce la esquina, y que harás que todo parezca una casualidad.
Y aunque no sabes dónde estoy, yo sigo esperando...por si algún día alguien quiere que me encuentres, por si decides que aquello valió la pena, que te pesan las cicatrices y la nostalgia de aquel tiempo que recuerdo como feliz. No importa la hora del día, que aquí las luces no duermen por si vienes a buscar el ático dónde ahogo las horas en las que intento no pensar en tu sonrisa.

Aquí estaré, dando vueltas por este cuadro, por si un día decides pintar otra realidad.

Sólo ceniza

Pensé que te iba a ver y que todo iba a ser diferente. Pensé que la tarde iría de otra manera y que la despedida sería algo más que dos precipitados besos. La vida da muchas vueltas, y si meses atrás me tocó a mí rogar algo más que un abrazo, el destino ha querido que cambien las tornas.

Será que he cambiado o que has cambiado tú, quizá sea que los dos estamos iguales pero distintos. Antes pensaba que lo nuestro no funcionaba, ahora estoy seguro.

Ya no siento nada salvo amistad por tí, ya sólo hay ceniza.

Propósitos

No sé..¿Es lo que se suele hacer, no? Propósitos para el año que empieza....Cosas que nos prometemos a nosotros mismos que vamos a cumplir pensando que así seremos mejores personas o más felices, pero que en realidad nunca acabamos cumpliendo.

Creo que este año solo voy a proponerme cosas que pueda alcanzar, como disfrutar más del momento, intentar no darle muchas vueltas a la cabeza, pensar muchísimo menos y aprender a dejarme llevar, valorar las pequeñas cosas y obviar los detalles feos sin importancia pero que tanto me suelen molestar, aprovechar los momentos de subida al máximo y ver lo positivo de las cosas hasta cuando todo se tuerce, disfrutar de las buenas compañías y apartarme de los que no valoran mi amistad. En definitiva, aprovechar más las cosas que me hacen sentir bien.

De momento, creo que he empezado a desprenderme de ciertas cosas que antes consideraba imprescindibles. Siento que dentro de mí ha cambiado algo, hace tiempo que se ha caído la venda que no me dejaba ver con claridad.

Este año todo va a ser muy diferente, han cambiado mucho las cosas. Y a quien no lo quiera ver solo puedo decirle que no hay ceguera peor que no querer mirar.

No nos gusta el cambio, es más, lo tememos, pero no podemos pararlo: o te adaptas o te quedas atrás. Duele crecer, quién diga que no duele, miente. Pero a veces cuanto más cambian las cosas, más siguen igual.
Pero..¿Por qué no? A veces el cambio es bueno, a veces parece que todo fluye y podemos avanzar.

Quizá por ser Navidad...

Que uno piensa en todo, me ha dado por recordar. Y he recordado nuestra primera conversación y ese mítico “Paloma, que dice que vamos a la 109”. De eso parece que hace siglos y en realidad fue hace poco más de un año, aunque qué año. Quería escribirte algo porque me siento muy agradecido contigo, porque eres de esas personas que sabe devolver lo que recibe, pero también dar sin recibir.
Eres alguien que ha creído en mí hasta cuando ni yo lo hacía. Siempre te has preocupado de ayudarme a ordenar mis ideas, a que estableciese prioridades, a que aprendiese a disfrutar cada momento y que sonriese cuando todo se torcía y me sentía perdido.
Me has comprendido cuando sentía cosas demasiado complejas, pensamientos demasiado abstractos para cualquiera. De hecho hemos tenido conversaciones que podrían resultar hasta demasiado trascendentales, pero sin saberlo, me has hecho mejorar como persona con alguna de tus frases.
Lo que intento decir es que eres una persona que te has preocupado e interesado por mí hasta cuando yo te dejé un poco de lado, y es algo que significa mucho para mí. En parte me siento en deuda contigo, porque creo que nunca he depositado en ti la confianza que debería por todo lo que me has demostrado, pero es algo a lo que le estoy poniendo remedio, porque por ti sé que puedo apostar.
Espero que sigas con tus arrebatos de amor espontáneos, que abraces sin ningún motivo concreto, que te rías maliciosamente cada vez que le haces una broma a alguien. Que seas tan noble, bohemio, gracioso y sonriente, que siempre le contagias a todo el mundo tu alegría y nos haces la vida más fácil.
Es extraño, pero contigo siempre he tenido la sensación de que eres una de esas personas que una vez entran en tu camino, ya no salen. Que siempre están ahí, haya rachas con una mayor o menor cercanía.
Siempre escuchas a todo el mundo, pero quiero que sepas que cuando necesites que te escuchen a ti, siempre voy a estar a tu disposición como te he tenido yo a ti.
Me importas muchísimo.

Better together