miércoles, 12 de enero de 2011

Con la misma piedra

No sé cómo puedes tener la cara de desaparecer más de un año, ignorando mensajes, llamadas, comentarios...dejando de lado a los que nunca te han abandonado y siempre han querido saber de tí, y de repente aparecer pidiendo una segunda oportunidad...para luego volver a desaparecer.

No me cabe en la cabeza. Si no te interesamos, no marees la perdiz, que este tema me cansa y cada uno elige su camino. Lo peor es que volverás otra vez, apelarás a los viejos recuerdos y tropezaré de nuevo.

2 comentarios:

  1. Ereeees muy bueno.
    (Que no quiere decir que lo estés. Bueno, un poco sí).

    :)

    ResponderEliminar
  2. Nunca es tarde si la dicha es buena.
    Porque el tiempo... ¿qué es el tiempo?
    Duele que a veces las personas no estén en algunos (efímeros) momentos, pero ¿y si pueden estar en otros?

    Supongo que ahí entra en juego el orgullo. Orgullo: exceso de estimación propia.
    ¿Qué pasaría si estimáramos más a los demás y menos a nosotros mismos?

    ResponderEliminar