Es curioso, pero quizás no te pueda contar nada de mis primeros años de vida salvo una cosa, un único recuerdo que conservo dentro de mí y que se quedó grabado en mi cabeza de alguna forma para que no lo olvidase jamás.
Tendría menos de dos años y estábamos en la playa. El día estaba nublado y había pocas personas. Mis padres se alejaron de mí para hacerme una foto, y sin embargo, de alguna forma, yo sentí que se iban lejos, muy lejos y me dejaban allí, que me abandonaban. Y sentí la mayor tristeza que he sentido nunca.
De alguna forma hoy puedo sentir lo que sentí entonces cuando recuerdo ese momento. Es extraño, pero se me quedó grabadísimo.
Pero lo más extraño es que, diecinueve años después, ese sentimiento se reavive ante la posibilidad de perder a ciertas personas. La soledad me asusta, no puedo negarlo.
Y aún así, hay veces que aún estando rodeado de tanta gente, me siento tan sólo...
Necesito sentir que soy una parte importante del pequeño mundo de alguien...
Todos lo necesitamos...nos hace sentirnos vivos.
Aunque tu galaxia a veces que parezca vacia eres parte importante de muchos pequeños planetas...
ResponderEliminarA veces la soledad no es un estado real, sino una concepcion de la mente.
ResponderEliminarSi quieres, solo si quieres, te ofrezco mis oidos para cuando te sientas mal.
Y si quieres, solo si quieres, tambien alguna palabra.
:)
yo no te dejo nada de mi mundo, que te lo comes.
ResponderEliminarActualiza el blog, rizos camuflados