viernes, 28 de enero de 2011

No sé cómo ha podido suceder, pero te has vuelto a olvidar del plan. Y ahora ya no sé cómo voy a encontrarte, si no puedo oirte gritar.

2 comentarios:

  1. Tranquilidad.

    Las cosas llegan, pasan, vuelven, se enfrían, se calientan, alcanzan puntos inimaginables y luego caen. En las caídas a veces nos armamos de valor y cogemos fuerza y las recuperamos y las volvemos a propulsar hacia el cielo y de nuevo vemos la luz y disfrutamos; y luego otro día llueve y todo parece gris y no le encuentras el sentido a nada...

    Pero todo pasa, al igual que todo llega.

    Los planes se recuerdan.
    Y la sordera se cura.

    ¿Cómo no vas a encontrar lo que buscas si incluso tenías un plan?

    Tiempo al tiempo,
    y al mal tiempo buena cara
    (y al buen tiempo, mejor cara).

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