Hoy no hay palabras, he enmudecido. El silencio ha conquistado mi habitación y hace que tu recuerdo inunde cada rincón.
Ahora, que se ha ido el sol, voy a intentar soñar que todo ha sido tan sólo una pesadilla. Mi casa crece por momentos y no presto atención al termómetro, me estoy muriendo de frío.
Voy a jugar a no sentirme tan sólo, a pensar que la distancia ya no es un impedimento para que estés conmigo aquí y ahora. No quiero tener que echarte de menos.
Y aunque se haga difícil respirar, prefiero quedarme con lo vivido y no con el adiós.
No hay comentarios:
Publicar un comentario